domingo, 25 de diciembre de 2011

Tarta de cumpleaños ... improvisada

En casa coincide el día de Navidad con el aniversario de mi padre. Al panadero de la casa, que en este caso soy yo, este año se le ha acumulado algo de trabajo, ya que en una semana se le han juntado varias elaboraciones; pan, panettones, turrones, polvorones, y por ultimo la tarta de aniversario de tan señalado día, aparte de las actividades del día a día.

Esta claro que por mucho que a uno le guste la cocina, todo en exceso satura. Este mes de diciembre, por varios motivos, es lo que me ha pasado. Pero el mismo día 25 por la mañana me surgió un mínimo de entusiasmo por preparar alguna tarta.

Con todo esto quiero venir a decir, que incluso para preparar una tarta de aniversario "medio decente", no se necesita mucha dedicación. Eso sí, mas imaginación significa menos tiempo en la elaboración, ya que no tienes que andar buscando por ahí recetas y más recetas. En una hora aproximadamente podemos tener preparada una tarta como esta.


Tal improvisación, dio como resultado que las 8 velas de la tarta significan 6 + 2, o sea, 62 años que cumple mi padre, y no 8 años que podía haber cumplido mi sobrino.

Para el bizcocho (es un pa de pessic, típico de Catalunya)
- 4 huevos
- 100 gr. de azúcar
- 100 gr. de harina

Para el relleno, mermelada de naranja

Para la cobertura. En una improvisación, hay medidas que se hacen a ojo, pero serian los mismos ingredientes que los que se utilizan para preparar la tarta Sacher
- 150 gr. de nata para cocinar
- 75 gr. de mantequilla
- 140 gr. de chocolate de cobertura


Separar las claras de las yemas de los huevos. Montar las claras con la mitad del azúcar, y batir las yemas con el resto del azúcar. Añadir las yemas batidas a las claras montadas y mezclar muy suavemente. A continuación añadir con cuidado la harina y continuar meneando hasta que esté todo bien mezclado. Poner un poco de mantequilla en un molde, enharinar y a continuación retirar la harina sobrante. Hornear unos 20 minutos a 180 ºC o hasta que este cocido el bizcocho.

Al baño maría, deshacer la mantequilla junto con el chocolate y la nata.

Una vez el bizcocho este frío, desmoldar y abrir con cuidado por la mitad (gracias por el "truquillo" de utilizar un hilo de coser para abrir las masas de bizcocho por la mitad sin hacer un desastre, como antes me pasaba con el cuchillo).

Rellenar generosamente con la mermelada de naranja hasta que el bizcocho quede bien húmedo. Añadir la cobertura de chocolate por encima y decorar con unas cerezas.




viernes, 23 de diciembre de 2011

Polvorones de almendra, espelta y cabello de ángel

Los polvorones, un dulce típico de la Navidad, que gusta mucho a algunos y desagrada otro tanto a otros. Cierto es que depende como fuera el primer polvorón que comimos puede que ya no nos gusten nunca jamás. Los hay de limón, de canela, de chocolate, ...

Yo prefiero los mas "rústicos", los de almendra y nada mas, aunque a los llamados cortadillos de cidra, que es la misma masa que el polvorón de almendra pero con una capa de cabello de ángel, no les hago ningún feo.

Llegó un día que di con la receta que para mi gusto era perfecta para el polvorón, y que daba como resultado una masa sabrosa y no empalagosa que me encanto.


A partir de esta masa, y haciendo en casa el cabello de ángel, aunque también lo podéis encontrar en algún supermercado o en la tienda de barrio de toda la vida, podemos preparar los riquísimos cortadillos de cidra.

Ingredientes
- 1200 gr. de harina de espelta
- 600 gr. de manteca de cerdo de buena calidad
- 300 gr. de azúcar glasé
- 300 gr. de almendras molidas
- 1 cucharadita de canela
- 1 buen puñado de sésamo


Si queréis, podéis utilizar la harina de trigo de toda la vida, pero en este caso, he preferido utilizar la harina de espelta, que nos aporta bastante mas "de todo" que la harina de trigo.

Primero de todo tenemos que pasar la harina de espelta y las almendras molidas por el horno a unos 110 ºC durante unos 15 minutos para que ambas pierdan la humedad.

A parte, en un recipiente, mezclamos la manteca con el azúcar glasé, y cuando tenemos la harina y las almendras ya frías las añadimos a esta mezcla, incorporando también la canela y el sésamo.

Amasamos hasta que estén los ingredientes bien integrados. Le damos a la masa un espesor de un centímetro aproximadamente y cortamos los polvorones con la forma que mas nos guste; yo he utilizado un vaso. Añadir sesamo por encima antes de hornear.


Para los cortadillos de cidra, untamos un molde con un poco de manteca (ideal si es de silicona), y ponemos una capa de medio centímetro aproximadamente de masa. Sobre esta masa extendemos otra capa del mismo espesor de cabello de ángel, y para terminar lo cubrimos con otra capa mas de masa.

Una vez hemos dado forma a los polvorones, o tenemos el molde de los cortadillos de cidra listo, lo horneamos a unos 250 ºC por espacio de unos 10 minutos o hasta que empiecen a estar tostaditos.

Tener en cuenta, que hasta que no estén bien fríos, mejor no manipularlos, ya que se rompen. Desmoldar con cuidado los cortadillos de cidra y cortarlos con un cuchillo a la medida que queramos.

Por ultimo, envolver en papel de seda, que lo podéis encontrar en cualquier papelería.





domingo, 11 de diciembre de 2011

Pan con cebolla y patata ... horneado en Cocotte

Para este pan me medio inspiré en el pan de patata que Dan Lepard nos presenta en uno de sus fantásticos libros, Hecho a mano. Es uno de esos libros, que tampoco es que te enseñe a hacer pan desde cero, quiero decir, que aunque si que te explica el proceso de elaboración, es mas como una historieta que no un manual panadero propiamente dicho. Y esto precisamente es lo que me gusta de este libro. Nunca me canso de ojearlo.


La otra mitad de la inspiración, me salió de mi mismo, y entre una cosa y la otra, decidí añadirle a este pan, la patata y la cebolla, ingredientes que harán que nuestra hogaza se mantenga tierna mucho mas tiempo del que es habitual, a parte de darle un sabor y aroma distintos.


La cocción del pan, también es distinta a lo que estamos acostumbrados. Hoy he utilizado una cocotte. Y como cocotte podemos utilizar una cazuela de cristal, de hierro o como en mi caso, de barro. El hecho de cocer el pan dentro de este recipiente, permite mantener unas condiciones de temperatura y de humedad muy uniformes, factor importante en el horneado del pan. Si no disponéis de ella, lo podéis hornear de la forma tradicional.


Simplemente pretendo que conozcáis otra manera diferente y original de cocer el pan.