jueves, 20 de diciembre de 2012

Baguettes de espelta integral con masa madre de centeno

Llega un momento en el aprendizaje del panadero en el que casi siempre se obtienen los resultados que uno piensa, y que ese casi pase a ser siempre, en mi caso, la harina me ha ayudado muchísimo.


La harina de espelta, y encima integral, siempre es algo menos agradecida en el resultado a nivel de pan esponjoso / pan alveolado, por lo menos las que yo había probado hasta ahora, y puedo decir que han sido bastantes. Y es que la mezcla de este tipo de harina y la ausencia total de "cosas artificiales", como mejorantes panarios, levadura (aunque es natural, más natural es la masa madre) y absolutamente nada de nada, hacen sentirse a uno contento de crear estos panes tan bonitos de aspecto y tan sabrosos y aromáticos.

Ingredientes
- 200 g de masa madre de harina de centeno ecológico de Harinera Roca al 100 % de hidratación
- 800 g de harina de espelta integral ecológica de Harinera Roca
- 575 g de agua (75 % de hidratación total)
- 18 g de sal


El proceso como últimamente hago, retardando la primera fermentación en el frigorífico y la segunda a temperatura ambiente durante un par de horas aproximadamente. 

Me estoy dando cuenta, que como el frío endurece la masa, resulta mucho mas sencillo formar panes con masa mas hidratadas, a la vez que en el momento de formarlas, la masa ya contiene cientos de burbujitas de aire que se han formado durante la fermentación, por lo que el simple hecho de estirar la masa al formar el pan engrandece estos agujeros convirtiéndolos en un alveolado precioso.

Agradecer a Judith el haberme dejado probar esta riquísima harina.


domingo, 2 de diciembre de 2012

Pan con harina crema y masa madre de centeno

Últimamente estoy redescubriendo el hacer pan retardando la primera fermentación en el frigorífico, y estoy encantado con el resultado. Seguiremos haciendo experimentos. Creo que con masas con alta hidratación funciona perfecto.


En este caso, el formado del pan se hace sin formar, aunque suene extraño. Lo unico que tendremos que hacer son unos pliegues, y de esta forma se desgasifica la masa lo mínimo posible a la vez que creamos tensión superficial sobre esta.


Y es que cada vez resulta más interesante probar métodos distintos al habitual. Inventados están, lo único que tenemos que hacer es probarlos todos y entender el porque de los distintos resultados, o por lo menos intentarlo. Distintos métodos, distintas harinas, distintos tiempos de fermentación, ... todo ello nos llevará a encontrar nuestro pan ideal, ese que nos gustaría comer cada día, o puede que no encontremos ninguno y nos gusten todos. Eso estaría bien. No saber que pan de todos los que sabemos hacer es el mejor. Eso estaría bien.


Este pan esta hecho con las mismas cantidades que el anterior pan de harina de espelta. Se nota que esta harina no desarrolla un gluten tan fuerte como la harina de espelta, pero igualmente retiene el aire creado en la fermentación perfectamente.


Ingredientes
- 200 g de masa madre de harina de centeno ecológico de Harinera Roca al 100 % de hidratación
- 800 g de harina crema de Harinera Roca
- 530 g de agua (70 % de hidratación total)
- 18 g de sal

Amasamos y dejamos la masa en el frigorífico fermentando durante unas 18 horas a 4 ºC. Pasado este tiempo atemperamos la masa durante 1 hora y mientras se caliente el horno, formamos las barras haciendo varios pliegues y horneamos sobre piedra bien caliente, al principio con vapor y luego sin.


Una miga esponjosa, con una textura estupenda y con una corteza bien crujiente. 

Candidato a ser el pan de cada día; uno mas.

martes, 27 de noviembre de 2012

Pan de espelta con masa madre de espelta

Pues como un pintor pinta un cuadro, o un escritor es capaz de escribir buenos libros sin apenas esfuerzo, un panadero aficionado, que soy yo, hace un pan que según mi criterio, es de los mejores panes que han salido de mis manos, y todo ello de forma natural y siguiendo el instinto de uno mismo, a parte de los conocimientos que dan la experiencia y muchos panes fallidos con los que se podían haber hecho, no se, cualquier cosa menos comerlos. Por suerte, ese tiempo ya pasó.

Y es que sigo agradecido a las harineras que hacen bien su trabajo, ya que gracias a ellas, yo puedo hacer bien mi afición, que es hacer pan.


Y es que nunca había encontrado una harina de espelta que diera estos resultados. Es sabido que con la harina de espelta se obtienen panes algo mas tupidos que con el trigo normal, mutado genéricamente en todos los sentidos. De original prácticamente solo le queda el nombre, trigo.

Entonces, la culpa de que una espelta sea tan buena panificable como esta no es casualidad. Imagino que el trabajo que hay en el cultivo, en la selección y en la molturación del grano hace que esto sea posible.


Y cuando haces panes con este aspecto que podéis ver, aroma y sabor que no podéis sentir pero que os digo yo que son increíbles, pues te sientes contento de hacerte tu mismo el pan en casa y de dedicarle parte del preciado tiempo libre, aunque a algunos, por suerte, nos sobra.

Ingredientes
- 200 g de masa madre de harina de espelta ecológica de Harinera Roca al 100 % de hidratación
- 800 g de harina de espelta ecológica de Harinera Roca
- 530 g de agua (70 % de hidratación total)
- 18 g de sal


El procedimiento es algo distinto al resto de panes. Después de preparar la masa madre y que esta esté bien activa, dejamos la masa en autolisis durante una media hora. A continuación añadimos la sal y amasamos. Yo, en este caso he amasado a maquina por espacio de unos 7 minutos. Después de esto, la primera fermentación ha sido de 1 hora a temperatura ambiente, haciéndole a la masa un total de 3 pliegues, y de 10 horas en el frigorífico. Todo ello con la masa dentro de un recipiente hermético. Al día siguiente atemperamos la masa durante 1 hora, sin formar y solo haciéndole unos pliegues a la masa con cuidado de desgasificar lo menos posible, ponemos la masa en un banneton con la junta hacia abajo, y dejamos que haga la segunda fermentación por espacio de 1:30 h aproximadamente. Horneamos sobre piedra durante 20 minutos con vapor y 30 minutos mas sin. No hace falta greñar, ya que al sacar la masa del banneton, la junta quedará arriba, y greñará por allí. Una vez pasado este tiempo, dejamos la puerta del horno un poco abierta durante 10 minutos para que se escape la humedad. Con esto conseguimos que la corteza quede más crujiente.

Por ultimo, ha disfrutar del placer de comer buen pan.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El secreto ... el tiempo

El único secreto de este pan, que después de llevar no se cuantos años haciendo pan, me ha sorprendido tanto en forma, color, corteza, miga, sabor, aroma... ,es el paso del tiempo, claro está, junto a los buenos ingredientes y a las ganas de que salga bien. 



Desde que refresqué la masa madre natural con harina de centeno, hasta que el horno salió del horno, pasaron unas 40 horas. Tanto tiempo es debido a una segunda fermentación a unos 4 ºC de 28 horas, tiempo más que suficiente para que dentro de la estructura del grano del cereal, cambie absolutamente todo. Azucares para ir alimentando a la levadura salvaje, que sin ninguna prisa debido al frío de la nevera, se va alimentando de ellos. Ácidos de todos los matices, más intensos y más suaves, ninguno de ellos desagradables para el paladar, que las bacterias de nuestra masa madre han ido generando con paciencia. Y todo este rollo para decir que para hacer un pan, PAN, hay que tener paciencia. 


Lo mejor de todo, es que este pan lo he creado para probar un horno que voy a utilizar en mi primer taller de pan que haremos en la ciudad de Lleida, y ni mucho menos me esperaba que un viejo horno eléctrico se portara tan bien. Eso si, me he pasado un par de horas delante del cristal con el ojo en el termómetro y utilizando los artilugios de siempre; piedra de hornear y una buena bandeja metálica para generar un buen vapor.


Ingredientes
- 280 g de masa madre con harina de centeno ecológica de Roca Fariners 100 % de hidratación
- 300 g de harina de trigo ecológica de Roca Fariners
- 300 g de harina de espelta ecológica de Roca Fariners
- 340 g de agua
- 14 g de sal


jueves, 8 de noviembre de 2012

Galletas de temporada ... galletas de castañas


Algo tan simple como estas galletas de castañas, se merecen una descripción tan simple como esta... buenísimas!!!; es que siempre me enrollo mucho... hoy no es necesario


Ingredientes
- 200 g de harina de espelta ecológica de Roca Fariners
- 150 g de harina de castañas
- 90 g de azúcar moreno
- 2 huevos
- 1 cucharadita de levadura química


Haciéndole un corte en la piel de las castañas, las hervimos unos 5 minutos. Sin pasarlas por agua fría, ya que entonces es difícil pelarlas, les quitamos la piel. Dejamos que se sequen bien durante medio día o mas, y las trituramos. Vamos a obtener una pasta riquísima. Lo mezclamos con el resto de ingredientes y le damos la forma que mas nos guste. Como la masa es bastante pegajosa por la humedad de la pasta de castañas, yo les he dado forma de croqueta, utilizando un par de cucharadas soperas. 


Sería interesante tostar un poco en el horno las castañas una vez peladas para que no queden tan húmedas; es una idea para que si queréis, lo probéis. Como podéis ver, no hay nada de grasa (ni aceite, mantequilla,...), lo que hará que a en un par de días estén algo secas; ¿pero para que añadir grasas si en menos de un par de días ya nos las habremos comido?

Horneamos durante unos 20 minutos hasta que estén bien doradas.


Hay que aprovechar los productos de temporada!!!




martes, 6 de noviembre de 2012

Harina crema y masa madre de harina de espelta

Siempre que utilizas una harina nueva es todo una incógnita,  ya que harina nueva, pan nuevo. Pero se cumple otra norma que es, harina buena, pan bueno.

Cuando siempre utilizas la misma harina y la misma receta, se podría decir que antes de amasar ya sabes cual va ha ser el resultado del pan. Siempre sale igual, con sus pequeños matices, pero igual. De hecho, ni durante el proceso de fermentación ni durante el horneado le hechas un ojo. Solo estas pendiente del reloj, porque sabes a que hora hay que ir ha hacer algo sobre la masa. Con una harina nueva, hasta esto cambia, ya que los tiempos de fermentación y de amasado no tienen porque ser los mismos. En parte, esta es la gracia de hacer pan en casa.


Probando una nueva harina de Harinera Roca, la harina crema, que se basa en una mezcla de distintos granos de trigo recomendada para hacer baguettes, he tenido una grata experiencia y un muy buen resultado.

He de decir, a mi parecer y hablando con unos conocimientos de panadero de "ir por casa", que para hacer baguettes debe de ser la harina perfecta, ya que permite formar las barras muy fácilmente, debido a su poca elasticidad y su buena ductilidad. En cambio, para hacer panes mas grandes con una hidratación moderada, la misma capacidad que tiene para dejarse estirar y moldear, hace que no mantenga tanto la forma en una masa mas pesada. Repito, que es una apreciación mía.


Y esta es la razón por la que no se tiene porque seguir la misma receta con todas la harinas que utilicemos. Para hacer una baguette, yo mantendría la misma hidratación que siempre, o puede que la aumentase. En cambio, para hacer un pan mas pesado, o bien utilizamos una bandeja de horno ondulada que nos aguante la forma de la barra, o reducimos la hidratación. 

Yo por ahora he reducido la hidratación, aunque voy detrás de una bandeja ondulada para poder hacer masas muy hidratadas que no den como resultado panes muy chatos


El sabor y el aroma no me sorprende en absoluto, ya que está en la línea de Harinera Roca, harinas sabrosas, aromáticas y con un color "rustico" que me encanta; ni la harina blanca es blanca, siempre con un toque color canela. 

Ingredientes
- 200 g de masa madre de harina de espelta ecológica de Roca Fariners al 100 % de hidratación
- 800 g de harina crema de Roca Fariners
- 440 g de agua
- 18 g de sal
- 1/2 taza de semillas de lino
- 1/2 taza de semillas de sésamo


El proceso, el de siempre pero sin retardar la fermentación en frío. Preparamos la masa madre y la dejamos fermentar durante unas 8 horas. Mezclamos harina, agua y masa madre, y dejamos la mezcla en autolisis durante unos 45 minutos aproximadamente. A continuación amasamos, y en la parte final del amasado añadimos la sal, y en este caso, las semillas de lino y de sésamo. Dejamos fermentar la masa entre 3 y 4 horas; ya sabéis que lo de la fermentación depende de la temperatura que tenga cada uno en su casa. Yo siempre os diría que dejarais fermentar la masa hasta que haya fermentado, pero a todos nos gusta tener un tiempo en horas como referencia. Durante la fermentación le podemos dar varios pliegues a la masa. Formamos y dejamos la masa fermentar de nuevo durante unas 2 horas en los cestos de fermentación. Por ultimo horneamos sobre piedra con vapor hasta que las barras estén cocidas.

Y solo nos queda elegir con que acompañar tan rico pan.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Dulce de membrillo

Es muy curioso como el hecho de cocinar algo puede hacer que pase de ser algo que nunca comeríamos, a ser un agradable y apetitoso alimento. En este caso, los membrillos crudos son ásperos y duros como piedras; el simple hecho de hervirlos con un poco de azúcar los convierte en un fruto comestible y sabroso.

Desde que era un crío, el dulce de membrillo lo he podido comer casero, ya que lo hacían mis abuelos. Ellos estaban todo un día entero para hacer la misma cantidad, que yo ahora hago en media tarde. Si ellos hubieran descubierto las “bondades” de la olla a presión, habrían estado contentos.

Recuerdo que una vez se les había quitado el corazón a los frutos, tarea bastante entretenida, ya que es como un tallo leñoso, lo mezclaban con el azúcar en una cazuela durante un par de horas, y eso lleva un cuidado especial, ya que hay que ir removiendo para que no se pegue, y tener cuidado con ese espeso puré tan espeso, ya que al hervir parece un volcán.


Ahora, en casa seguimos haciendo membrillo, pero por probar, se me ocurrió utilizar la olla a presión, y dio resultado.

Una vez tenemos los membrillos limpios (no los vamos a pelar, ya que precisamente en la piel esta gran parte de la pectina que nos hará que el puré quede bien espeso), los pesaremos, y sobre ese peso, añadiremos la mitad del peso de azúcar. Este es otro punto interesante, ya que en la mayoría de las recetas que rondan por ahí, se utiliza la misma cantidad de fruta que de azúcar; ¿para que queremos poner tanto azúcar?, ¿para tener remordimientos cada vez que comemos este riquísimo dulce?,..., no hace falta. Si queremos también podemos sustituir el azúcar blanco por azúcar moreno, menos dulce y con algo mas de nutrientes, aunque le añade el sabor característico de este tipo de azúcar.


En este orden, introduciremos los ingredientes en la olla. Primero pondremos los membrillos, luego medio vaso de agua para que la olla empiece a hacer vapor, y por ultimo el azúcar, ya que si lo ponemos primero, se nos va a pegar en el fondo de la olla y se va a hacer caramelo.

Cuando la olla empiece a sacar vapor, contamos 20 minutos. Pasado este tiempo sacamos la olla del fuego y abrimos la válvula para que salga todo el vapor restante. Una vez la olla esta sin vapor, la abrimos, pasamos la batidora para dejar un puré bien fino, y lo vertemos sobre moldes de aluminio o cerámicos.

Lo ideal es dejar el membrillo reposar unas semanas hasta que espese por completo y se pueda cortar a cuchillo, aunque a cucharadas también esta bueno. Lo dejaremos en un sitio donde circule el aire, sino puede que salga algo de moho encima; ningún problema, ya que una vez el membrillo esta duró, lo sacamos del recipiente y lo limpiamos bien debajo del agua. Se seca con papel de cocina, y ya no quedan restos de moho en ningún sitio, ya que solo se hace en la superficie.


Solo, con queso, a tacos pequeños en una ensalada (como si fueran pasas),…, no se, donde mas os apetezca. 

Se conserva perfectamente durante meses. Si vuestros dientes permiten comerlo, ya que una vez a pasado un año aproximadamente esta algo duro.

Os aseguro que nunca más vais a querer saber nada del membrillo de supermercado, y digo de supermercado por no mencionar marcas comerciales. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pan de espelta integral

Con el fin de los calores abrasadores, se va acabando el parón panadero estival. Y es que me resulta desagradable encender el horno cuando hace ese calor infernal, a parte de tener la suerte de huir de la ciudad gran parte del verano, y no tener disponible horno alguno.

Me ha sorprendido como después de tener la masa madre medio abandonada en el frigorífico durante un par de meses, ha resucitado como si nada con un solo refresco de harina de espelta integral. La supervivencia de las bacterias; se aletargan, y aguantan lo suyo. ¿Hasta cuando?, no lo se, pero el par de meses los han pasado de sobras.



Lo de hacer pan es como ir en bici, se pierde la practica pero no se olvida, aunque en este caso puedo afirmar que la practica sigue bien viva. 

Improvisando cantidades y horas de fermentación, este ha sido el resultado, un vistoso y sabroso pan de espelta integral y harina de trigo.

Ingredientes
- 200 g de masa madre de harina integral de espelta
- 500 g de harina blanca de trigo
- 400 g de harina integral de espelta
- 540 g de agua
- 20 g de sal



Primero de todo preparamos la masa madre de espelta, mezclando una cucharadita de los restos de la masa madre de la última horneada con la misma proporción de harina que de agua.

Cuando tengamos la masa madre bien alegre, guardamos una pequeña cantidad para la siguiente ocasión (espero no tardar otros dos meses), y mezclamos con el resto de la harina y el agua. 

Para acortar el amasado y mejorar el color y el sabor de nuestro pan, dejamos la masa en autolisis durante una hora.

A continuación añadimos la sal, las semillas de lino, y amasamos hasta que la masa este consistente y haya absorbido el agua; con el periodo de autolisis, esto nos llevara poco tiempo.



Dejamos fermentar hasta que doble su tamaño. Mientras fermenta, cada 45 minutos más o menos, le hacemos unos pliegues a la masa, como si se tratara de un folio para poner en un sobre. De esta forma, la masa va ganando en fuerza, y se van estirando los alvéolos que se van formando. Todo ello, desgasificando lo menos posible.

Una vez decidimos dar por acabada la primera fermentación, damos forma a nuestras hogazas y dejamos fermentar de nuevo en los banettons. Por tiempo y por gusto, he hecho la segunda fermentación en el frigorífico durante unas 15 horas a 4 ºC. Se gana en matices de sabores, ya que se combinan los sabores de una primera fermentación a temperatura ambiente, con los sabores de una segunda fermentación en frío. Una combinación de sabores perfectos.

Y al horno, utilizando el método habitual; 20 minutos con vapor a 250 ºC y otros 30 minutos sin, a unos 180 ºC. Cuando ya este cocido, dejamos el pan unos 5 minutos mas en el horno con la puerta abierta para que suelte la humedad sobrante, y nos quede una corteza mas crujiente.

sábado, 28 de julio de 2012

Recuperando trigos del pasado ... Magdalenas con harina Montcada

Empiezo esta historia explicando a los lectores de este blog el porque últimamente hay pocas entradas nuevas, y estas están muy espaciadas. Supongo que todo el mundo lo entenderá, ya que es el sueño de la mayoría de los humanos. 

Pues desde hace un par de meses, casi estoy mas horas con los pies colgando en el cielo que con los pies en el suelo, suspendido con unas cuerdas muy pero que muy finas que me unen a un pedazo de tela. Todo ello se llama parapente, y junto al verano, que en mi caso panifico menos, es el culpable de que últimamente este muy ocupado, esos si, por voluntad propia. 

Comparándolo un poco (de lejos) con el arte de hacer pan, volar sería algo parecido a usar ingredientes sin seguir ninguna receta preestablecida, y tener nuevas ideas en mezclar harinas y todo tipo de cosas sin saber muy bien como va a ser lo que va a salir, pero sin adrenalina en la sangre, claro está. Volando uno está en un medio que no se ve, buscando ascendencias para poderse desplazar durante un periodo de tiempo mas largo, e improvisando en todo momento, ya que las ascendencias y descendencias no se ven, solo se sienten. 

En estas magdalenas he utilizado una harina procedente de una variedad de trigo antiguo, el trigo Montcada, una harina muy especial con un sabor increíble que recuerda el sabor de ciertos frutos secos. 


La proporción de los ingredientes en esta magdalenas también es distinta, obteniendo una textura un poco más esponjosa y ligera.

Ingredientes
- 350 g de harina semi integral de trigo Montcada
- 200 g de azúcar
- 250 g de aceite de oliva suave
- 75 g de leche de almendras
- 15 g de levadura química
- 4 huevos 

El proceso es el mismo que en las recetas anteriores. 


Batimos bien los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa
Añadimos el aceite y la leche y batimos durante 1 minuto
Añadimos la harina y la levadura y batimos durante 4 minutos
Horneamos por espacio de 20 minutos a 200 ºC

martes, 17 de julio de 2012

Cata de aceites, tomates ecológicos, y por supuesto, pan


El viernes día 13 de Julio tuve la suerte de poder asistir y colaborar en una cata de aceites, tomates ecológicos y pan que organizó la empresa PuntEco en Lleida. 


PuntEco ofrece a todo el mundo que quiera ser socio, la opción de cultivar un huerto ecológico, recibiendo el asesoramiento y teniendo el espacio necesario para tal precioso pasa tiempo; cultivar tus propias hortalizas con cero añadidos químicos. 


Con mi colega del restaurante Ferreruela Cuina de la Terra, hace un tiempo que estamos intentando crear algún movimiento panarra en la ciudad de Lleida, ciudad en la que por desgracia se podría contar con los dedos de una mano las panaderías que ofrecen pan decente, y no se podría contar de ninguna manera, porque no existe, que yo sepa, algún espacio en el que se divulgue y enseñe el arte de hacer buen pan en casa.


Ahora, junto Ferreruela Cuina de la Terra, y PuntEco hemos presentado al publico, en una cata de aceites y tomates, por cierto espectaculares, nuestro pan, y la intención es llegar mucho mas lejos. Estamos en ello, y esperamos que el momento llegue pronto. Ilusión y ganas no faltan, os lo puedo asegurar.


Bajo mi punto de vista, es terrible que en una ciudad como Lleida, ciudad que pasa de largo de los 100.000 habitantes, a nadie se le ocurra intentar dar la opción a la gente de poder aprender a hacer pan sano, bueno, tierno, sabroso,..., como debería de ser. De paso doy gracias a esta situación por el hecho de poder ser nosotros los primeros en poder ofrecer esta actividad algún día, que como he dicho antes, espero que sea pronto. 


Se que todo esto conlleva un esfuerzo y una dedicación de nuestro preciado tiempo, pero no hay nada mejor que ser libre en hacer lo que a uno le gusta y le apasiona, y a nosotros nos  gusta mucho, pero que mucho, mucho el hecho de poder enseñar y compartir algo tan simple como esto.


Se presentaron varios panes, con masa madre, otros con algo de levadura, mezcla de harinas de Roca Fariners, y algún pan comercial de una de las mejores panaderías de la ciudad de Lleida, y hay que decir que los panes que elaboramos nosotros en casa gustaron mas que el que se puede comprar en la tienda. Eso dice mucho del gusto de la gente, que aunque acabe comprando pan de gasolinera, realmente aprecia el buen pan; solo hay que ofrecerle la oportunidad de poderlo comprar o de enseñarles a hacerlo ellos mismos en casa. Que así sea.

viernes, 6 de julio de 2012

Bollycao

Toda la vida acostumbrados a ver bollycaos en las tiendas, y por fin, me he decidido ha hacerlo en casa. He de decir que está muy rico, pero para mi gusto es excesivo. De hecho, por eso no compro nunca. Uno se acostumbra a desayunar o merendar cosas más simples y más sanas que este riquísimo bollo relleno de dulce chocolate. Pero me he dado el gustazo de hacerlo yo en casa, y eso si que es sano; darse gustazos.


Yo no se muy bien los ingredientes que llevará el bollycao de toda la vida, pero imagino que le pondrán muchos polvos mágicos para que se conserve tierno durante tantos y tantos días. 

Yo no pretendo nada de eso. Simplemente que este tierno durante un tiempo razonable (un par de días, si es que todavía queda alguno), y que tenga sabor a algo mas que harina y chocolate.


En esta receta he introducido una técnica muy utilizada por los Japoneses en las elaboraciones panarras, que consiste en mezclar 1 parte de harina con 5 de agua y cocerla al fuego hasta alcanzar unos 65 ºC. Esto se llama TangzHong  o Water Roux, y produce la gelificación del almidón, dando como resultado un pan más tierno y que se conserva mejor con el paso de los días. Podríamos decir que es como un mejorante panario, pero natural; nuestros polvos mágicos caseros.

Para preparar el TangzHong he utilizado
- 125 g de agua
- 25 g de harina de fuerza ecológica

Mezclamos la harina con unas varillas en el agua teniendo cuidado de que no queden grumos, y lo ponemos al fuego hasta que alcance una temperatura de unos 65 ºC. Esto tardará aproximadamente unos 2 o 3 minutos. Reservamos


Para el resto de la masa
- 200 g de harina de fuerza ecológica
- 140 g de harina de trigo ecológico de Roca Fariners
- 30 g de maicena
- 120 g de TangzHong
- 55 g de azúcar
- 3 g de levadura seca de panadero
- 5 g de sal
- 1 huevo
- 30 g de mantequilla
- 80 g de nata liquida para cocinar

Amasamos todos los ingredientes menos la mantequilla, hasta que el gluten este bien formado; la masa tiene que quedar suave y elástica. En ese momento le añadimos la mantequilla, y seguimos amasando hasta que esta quede bien integrada en la masa.

Por cuestiones de tiempo, yo he hecho la primera fermentación en el frigorífico durante 8 horas, pero sino lo podéis hacer a temperatura ambiente durante unas 3 horas. A continuación hacemos 6 porciones y las boleamos, dándoles un reposo para que pierdan un poco de fuerza antes de formarlas. Pasado este reposo formamos los bollos, y los dejamos fermentar otra vez durante 1:30 horas. 


Pincelamos los bollos con un huevo batido, y horneamos a unos 180 ºC hasta que estén cocidos.

Una vez los bollos están fríos, vaciamos la miga del interior, y los rellenamos con Nutella o con la crema de cacao que mas nos guste. 


El bollycao de toda la vida, hecho en casa con nuestras propias manos; un placer.

jueves, 28 de junio de 2012

Coca de San Juan

Este es uno de los postres típicos de Cataluña que se come la noche de San Juan, la noche del día 23 de Junio. 

Como en la mayoría de las fiestas que se celebran en nuestro país, se elabora un dulce, que en este caso es una coca que se acompaña con frutas confitadas, a la que también se le puede añadir crema pastelera, y como ya he comentado en alguna otra entrada del blog, es una buena ocasión para comer este tipo de dulces, aunque una vez los pruebas, es frecuente hacerlos a menudo.


Para hacer la masa, en esta ocasión he utilizado la misma receta que utilicé para hacer el roscón de reyes con masa madre, que dio como resultado un roscón con una textura muy suave, y que se mantuvo tierno durante varios días.

Como comente en su momento, la masa madre que se utiliza para realizar estos dulces, es bueno refrescarla varias veces para que pierda ese leve punto ácido que tan bien queda en la elaboración de nuestros panes.


Para la masa madre
- 20 gr. de masa madre de centeno integral (la que utilizo para hacer el pan) al 100 %
- 20 gr. de agua
- 20 gr. de harina de fuerza

pasadas 12 horas
- 60 gr. de la masa madre anterior
- 60 gr. de agua
- 60 gr. de harina de fuerza

pasadas 12 horas
- 150 gr. de la masa madre anterior
- 50 ml. de leche
- 125 gr. de harina de fuerza

Para el resto de la masa Ingredientes
- 300 gr. de harina de fuerza
- 325 gr. de masa madre 
- 125 gr. de azúcar
- 90 ml. de agua
- 1 cucharada sopera de cilantro molido
- 1 cucharada sopera de matalahuva molida
- 2 huevos
- 100 gr de mantequilla
- 4 gr de sal


Cuando esté la masa madre bien activa, mezclamos todos los ingredientes menos la mantequilla, que la añadiremos al final del amasado, cuando ya empezamos a tener el gluten bien formado. Después del amasado, dejamos la masa fermentando a temperatura ambiente hasta que casi doble su tamaño. Si disponemos de tiempo, es mejor dejarla reposar en el frigorífico durante unas 24 horas, ya que a la vez que fermenta mas despacio, aportando mejor sabor, textura y conservación a la masa, esta se endurece y resulta mas fácil dar forma a la coca antes de pasar a la segunda fermentación. Esto es muy útil en cualquier masa que incorpore mantequilla, ya que después del largo amasado, queda muy blanda y resulta incomoda de trabajar.

En el momento en que le damos forma a la coca, intentando desgasificarla lo menos posible, la pintamos con huevo batido, le añadiremos las frutas confitadas, y la dejamos fermentar de nuevo durante 1 hora.

Ya podemos hornearla a 180 ºC hasta que este bien cocida; dependiendo del horno, durante unos 20 minutos.

sábado, 23 de junio de 2012

Pan semiintegral

Después de un tiempo sin publicar nada por estar de vacaciones y no disponer de horno, vuelvo con un pan con variedad de harinas de trigo y una rica masa madre de centeno. Como resultado, una miga tupida pero  esponjosa a la vez y una corteza crujiente de lo mas agradable.

Puede que me repita en este tipo de recetas, pero es que el pan PAN, es el que es, y a parte de recetas algo raras, lo habitual es que yo también coma pan "normal", aunque por suerte cada una de las horneadas que hago me aportan algo nuevo, a parte de aprender mas y mas sobre el mundo de este sencillo alimento.


Ahora en verano, es increíble como se acelera todo, desde la preparación de la masa madre, hasta las fermentaciones, haciendo que tengamos el pan listo en menos tiempo que en invierno. Siempre podemos recurrir al frigorífico, que a parte de darle unos matices que no podemos obtener fermentando la masa a temperatura ambiente, nos permite ajustar el proceso de panificación a nuestros horarios.

Ingredientes
- 250 g de masa madre de centeno integral de Roca Fariners al 100 % de hidratación
- 400 g de harina de trigo ecológico de Roca Fariners
- 200 g de harina de trigo Montcada ecológico semiintegral
- 200 g de harina de trigo semiintegral molida a la piedra de Roca Fariners
- 18 g de sal
- 475 g de agua


El proceso, es el habitual, ajustando los tiempos de fermentación al calorcito del verano. Sobre este punto, me gustaría hacer un inciso; para quienes ojeáis mi blog con frecuencia, ¿hace falta que cada vez explique el proceso de como se hace el pan?. A mi realmente me parece una repetición de palabras que lo único que hacen es rellenar el espacio sin aportar nada de nuevo, y mas existiendo fantásticos foros como este donde se habla profundamente sobre todo el proceso de panificación. De hecho, con mi blog no pretendo enseñar a hacer pan, sino enseñar lo que yo hago y compartir mis ideas panarras. Acepto comentarios al respecto.

Por ultimo decir, que por culpa del verano, uno panifica menos, ya que no se está tanto en casa; disculpas a mis seguidores. 


Cierto es que no todo lo que horneo lo publico en el blog, ya que siempre hay un tipo de pan que me gusta mas que otro y que repito a menudo. Por ejemplo, a principios de mes, sabia que estaría un par de semanas por ahí sin poder hornear, y me lleve un par de panes de centeno, ya que su textura tierna se mantiene durante días. En cambio, si puedo hacer pan mas a menudo, prefiero hacer uno con mezcla de harinas de trigo, eso si, manteniendo siempre la harina de centeno en la masa madre. Claro está, que un pan que hago a menudo, no lo vuelvo a colgar en el blog; creo que no hace falta.

jueves, 31 de mayo de 2012

Centeno; pan sano, muy sano

Hay montones de estudios y de documentos por ahí que nos explican y que nos avisan que el pan de centeno es de los mejores a nivel nutricional.

El centeno es rico en vitaminas, minerales, fibra, contiene muchos carbohidratos de absorción lenta,... en definitiva, es mas sano.

Y sano no significa que no pueda ser bueno en sabor y en textura. ¿En cuantas panaderías se encuentra hoy en día pan elaborado utilizando en su totalidad centeno?. Dependiendo en que ciudad vivamos, las podemos contar con los dedos de una sola mano. 


Casi que es mas fácil encontrar pan de centeno en las grandes superficies que en las panaderías de toda la vida. ¿Entonces que sucede?, pues claro, que el pan que compramos en el súper, por el simple echo de estar elaborado con centeno, no significa que sea rico en sabor y textura, yo diría que casi es todo lo contrario. La consecuencia es que la gente tiene un mal concepto del pan de centeno, porque por desgracia para ellos, nunca han probado un buen pan de centeno. Es así de simple. Por lo tanto, en las panaderías no hay panes de centeno, ya que casi nadie los compraría.

Animo a los que estéis cansados del pan blanco de todos los días, a que probéis de hacer esta receta, ya que puede que sorprenda a mas de uno. ¿eh que no coméis el mismo primer plato todos los días?, ¿pues porque comer el mismo tipo de pan cada día?. Es aburrido.

Este tipo de pan, yo me lo acabo comiendo solo, ya que el sabor invita a ello, aunque he decir que con un poco de mantequilla o aceite de oliva y una loncha de salmón ahumado o de buen jamón, es un bocado irresistible. 

Una ventaja en su elaboración es que no requiere amasado, debido al poco gluten que tiene esta harina; será suficiente con mezclar bien todos los ingredientes en un bol, y pasarlos a un molde en el que hará la primera y única fermentación, y el horneado.


Una vez horneado, mejor esperar hasta tres días para poder comerlo, ya que inicialmente la humedad interior de la miga es excesiva, teniendo una estructura algo gelatinosa. Digamos, que tiene un periodo de curación, corto, pero lo tiene.

Siempre que hablo de harina de centeno, me refiero a harina integral, ya que es la manera habitual de consumir esta harina.

Las harinas utilizadas, son de Roca Fariners de Agramunt.

Ingredientes
- 300 g de masa madre de centeno al 100 % de hidratación (150 g de harina de centeno, 150 g de agua y  un poco de masa madre que guardé de la ultima horneada)

- 350 g de escaldado (200 g de agua hirviendo, 100 g de harina de centeno, 25 g de pipas de girasol, 25 g de semillas de lino)

Masa final
- La masa madre 
- El escaldado
- El pan en forma de corona, está hecho con 250 g de harina de trigo Montcada. El otro con 250 g de harina de centeno
- 150 g de agua
- 10 g de sal

Dejamos madurar la masa madre durante unas 16 horas, que esté bien potente, tanto de sabor como de actividad. 


A la vez que preparamos la masa madre ya podemos preparar el escaldado, mezclando fuera del fuego el agua hirviendo con la harina y las semillas. Una vez mezclado, tapamos la cazuela y lo dejamos reposar. Con un par de horas es suficiente, pero yo lo dejo el mismo tiempo que la masa madre. Este escaldado le dará a la miga una textura mas esponjosa y una conservación mas prolongada del pan. Las semillas de lino le aportan viscosidad al escaldado, mejorando también la textura final del pan.

Mezclamos el escaldado con el agua, lo mezclamos bien, añadimos la masa madre ya madura, la harina y la sal. Mezclamos bien con una mano y lo dejamos fermentar hasta que doble su tamaño en un molde. Una vez finalizada la fermentación lo horneamos 10 minutos con poco vapor a 250 ºC, y hasta 50 minutos mas a 180 ºC.